La Organización Mundial de la Salud estableció en el año 2004 la Alianza para la seguridad del paciente con el objetivo principal de movilizar acciones globales y estratégicas en la seguridad de los pacientes de los países miembros. Los Sistemas de Salud de los diferentes países han iniciado su andadura en la seguridad del paciente, por ejemplo, a través de campañas focalizadas en algunas áreas concretas, como el proyecto de «Bacteriemia zero», o implementando herramientas de detección de eventos adversos.
A partir de la publicación del libro To err is human, numerosos estudios en todo el mundo han evidenciado un número importante de pacientes que se han visto afectados por lesiones originadas del resultado de la actividad de los centros sanitarios. La media de la incidencia de los eventos adversos en diversos estudios realizados en hospitales de EE.UU., Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido fue de 9,2% (IC 4,6-12,4%), donde casi la mitad eran prevenibles. La mayoría de estos eventos fueron asociados con la atención quirúrgica (39,6%, IC 31,5-50,2%) y con la administración de medicamentos (15,1%, IC 1,2-3,7%). Más de la mitad de los pacientes (53,3%) no sufrieron lesión o se trató de una lesión menor, mientras que el 7,4% de los eventos fueron letales. En España, el proyecto ENEAS en el año 2005 reflejaba que la incidencia de efectos adversos relacionados con la asistencia hospitalaria era del 8,4%.
Teniendo en cuenta estos aspectos, un grupo de expertos desde la perspectiva de paciente activo, planteó en GRANADA, una serie de BARRERAS que puede afectar a una buena adherencia al tratamiento, a una mejor seguridad y a una atención de calidad:
- Falta de información y conocimientos del paciente diabético sobre la enfermedad. Falta concienciación de la evolución de la enfermedad, sobre cómo afectan mis decisiones hoy a mi futuro
- Falta de actitud tanto del profesional sanitario como del paciente: toma de decisiones. Es mas fácil que el profesional sanitario tome la decisión por mi.
- Al profesional sanitario (PS) le cuesta dar libertad al paciente para que tome sus propias decisiones
- Falta de información del medico al paciente
- La información al paciente diabético debería darse desde el diagnóstico de la enfermedad
- La información al paciente diabético sobre nutrición debería ser por lo menos el 60% de toda la información
- Falta de motivación de los profesionales sanitarios para animar a los pacientes (miedo, flojera, inercia).
- La innovación y el cambio depende tanto de los PS como de los pacientes. Los pacientes se están moviendo y los PS menos
- Falta apoyo de la administración a los PS en relación con los programas de educación al paciente
- Falta conocimiento de la existencia de los programas de educación por los propios pacientes
- La actitud del paciente dependiente del sistema sanitario. Dificultad de los PS de cambiar la actitud para apoyar este cambio. El paciente desconoce las ventajas del cambio.
- Falta de recursos: Cómo llegar a todos los pacientes? Como aprovechar los recursos actuales?
- Modelo de sanidad actual. El paciente se desentiende de su enfermedad, el médico está acostumbrado a una medicina paternalista, la administración admite frecuencia vs formación y tiempo a los pacientes
- Es más fácil no ser participativo, continuar como hasta ahora.
- El sistema no quiere un paciente activo: resistencia al cambio del sistema sanitario.
- Falta de tiempo del PS para dedicarlo a las TICs
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